LA VIDA ES DURA, SUFRIMOS Y LUEGO MORIMOS
Posted by Mariana Scaravilli on Oct 9, 2017

 

Asumimos, todos nosotros, que llevamos una vida más o menos equilibrada. A veces nos referimos a esta condición como normal-anormal. Nuestro objetivo es llegar a ser normal-normal, para realizar el potencial que acompañó a nuestro nacimiento, para llegar a ser un ser humano pleno. En este punto, algo más puede estar disponible.

Para muchos de nosotros, las condiciones de nuestras vidas profesionales son estresantes y profundamente desequilibradas. ¿Cómo usar estas condiciones para que apoyen nuestro objetivo de llegar a ser normal-normal? ¿Cómo usar nuestra vida profesional en el desarrollo de nuestra disciplina personal? ¿Podemos usar condiciones poco propicias para agudizar nuestro juego?

La regla que se aplica aquí es: no se nos pide que hagamos más de lo que honorablemente podemos sostener.

Algunas de las personas en este curso se dedican al asesoramiento, y a menudo las personas con las que tratan están trastornadas. Muchos de los trastornos están relacionados con el abuso de sustancias. En Guitar Craft, comenzamos donde estamos. El uso previo no es un obstáculo para participar en el curso; no es aceptable el uso en la actualidad. Pero estar expuesto por periodos largos a las energías que habitan la presencia personal de las personas trastornadas, puede ser dañino. Los consejeros aprenden a protegerse a sí mismos, pero sin embargo debe de haber un Grado Correcto de exposición a lo anormal-anormal.

Algunas personas y lugares son negativos, quizás dañinos, y a veces intencionadamente maliciosos. Se puede hacer referencia a las intensidades de negatividad como:

Malicia.
Maligno.
Maldad.
Diabólico.

Al adquirir una disciplina, la pregunta es: ¿me apoyará la exposición a esta negatividad para refinar mi práctica? ¿Puedo hacer que esta negatividad me resulte ventajosa? Tomar el mal, como parte del trabajo de uno, sólo es posible para los maestros espirituales o los genios (sea lo que sea lo que entendamos por esto). Travesura y malicia, celos y resentimiento, avaricia y envidia, han sido parte de mi vida profesional desde 1969, cuando el éxito profesional creciente trajo consigo toda la fuerza de El Sótano. Y, a veces, los cielos se abrieron y de ellos descendieron ángeles.

Lo que es necesario es encontrar la Proporción Correcta: una armonía entre nuestras vidas externa e interna, un balance entre las responsabilidades con uno mismo, la familia y la comunidad. Esto requiere de nosotros experiencia, y la aplicación de la inteligencia. Claridad y definición son la clave.

A menos que comprobemos nuestros límites, para descubrir hasta dónde podemos llegar con esfuerzos psicológicos, emocionales y físicos, y por cuánto tiempo, no tendremos la suficiente experiencia para emitir un juicio. En cuyo caso, a menudo volveremos a situaciones que son dañinas. Los seminarios de Guitar Craft son un ejemplo de un entorno de apoyo para este tipo de comprobación.

Esfuerzo en curso:                 normal + 10%
Esfuerzo excepcional:            normal + 30-50%
Emergencias:              lo que haga falta.

Descubrimos durante qué periodos de tiempo somos capaces de hacer esfuerzos excepcionales y continuados. A veces se hace referencia al grado hasta el cual esto es posible para nosotros, como ser.

Un error frecuente es trabajar demasiado duro, o hacer esfuerzos inadecuados. Hay diferentes razones para esto, mayormente relacionadas con nuestra crianza, entorno y educación. Los efectos, in extremis, actúan para descentrar nuestras vidas, relaciones con otras personas, y nuestra salud personal.

Un segundo error frecuente es trabajar demasiado poco, o no hacer esfuerzos. A esto a veces se le llama vagancia. En este caso, la manera en la que la vida nos trata tenderá a decepcionarnos.

Lo que es 100% de esfuerzo para una persona puede, externamente, medirse como menos del 100% de otra persona. Pero, ambos están al 100% con respecto al potencial disponible para ellos.

 

Lunes 26 de enero de 2004
Villa Mercedes / Padres Claretianos,
Calle San Pascual Nº 3, esquina travesía San Pascual,
28460 Los Molinos, Madrid, España

 

 

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